Pobreza y desigualdad. Informe OIA 2021

El cuaderno Pobreza y Desigualdad forma parte de la serie monográfica Estado de la Infancia y Adolescencia en Andalucía, cuyo objetivo es describir la realidad de la población menor de 18 años en la Comunidad Autónoma a partir de una serie de indicadores cuantitativos procedentes de fuentes como registros oficiales y encuestas consolidadas.

En él se presentan los principales resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2020 y de años anteriores sobre pobreza y desigualdad económica en la infancia y adolescencia de Andalucía. Esta información se compara con los datos de pobreza en España y en la  Unión Europea, para personas menores de 18 años y para población general. En concreto, incluye indicadores como el riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) en la infancia y adolescencia, el porcentaje de personas menores de edad con diferentes carencias materiales o con privación material severa, así como el porcentaje de quienes viven en hogares con baja intensidad laboral. Muestra la evolución del riesgo de pobreza en la infancia y adolescencia de Andalucía y el efecto que las transferencias sociales tienen en la reducción de la pobreza infantil. También analiza las cifras disponibles de pobreza grave en menores de 18 años, así como los principales indicadores de desigualdad económica, el coeficiente de Gini y el índice S80/S20.

En Andalucía, el 28,5% de las personas menores de 18 años se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, es decir, 451.474 niñas, niños y adolescentes en 2020. Este año las niñas presentan un riesgo de pobreza o exclusión social (con el umbral de pobreza relativa de Andalucía) 3 puntos porcentuales superior al de los niños. Si se emplea el umbral de pobreza relativa de España, el riesgo de pobreza o exclusión social alcanza al 37,4% de la población andaluza menor de edad.

Además, el 45,1% de los hogares monoparentales con al menos un hijo o hija dependiente está en riesgo de pobreza o exclusión social (umbral de pobreza de Andalucía) en 2020, un riesgo 22 puntos porcentuales más elevado que el de los hogares compuestos por dos personas adultas con al menos un hijo o hija dependiente en la Comunidad Autónoma.

El 9,3% de los niños, niñas y adolescentes andaluces experimentan carencias materiales severas. El 42,0% de la población menor de 18 años vive en hogares sin capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros), el 41,5% no puede permitirse salir de vacaciones al menos una semana al año, el 20,6% vive en hogares que han tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, el 10,6% no puede disponer de un ordenador y el 9,3% vive en hogares que no pueden permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2020, el 8,7% de los niños, niñas y adolescentes de Andalucía reside en hogares sin empleo o con muy baja intensidad laboral. Sin embargo, se encuentra en riesgo de pobreza el 22,8% de las personas menores de 18 años en 2020 (umbral de pobreza relativa de Andalucía), un riesgo 4 puntos porcentuales mayor que el que presenta la población general (de todas las edades). Las transferencias sociales, junto con las pensiones de jubilación y supervivencia, reducen el riesgo de pobreza infantil en la comunidad andaluza unos 12 puntos porcentuales en dicho año. Sin transferencias sociales y pensiones, el riesgo de pobreza alcanzaría al 34,4% de las personas menores de 18 años (empleando el umbral de pobreza relativa de Andalucía).

Además, el 10,1% de la población menor de 18 años de la Comunidad Autónoma se encuentra en riesgo de pobreza grave (umbral de pobreza grave de Andalucía) en 2020. Si se emplea el umbral de pobreza grave de España, están en esta situación el 16,5% de los niños y el 12,5% de las niñas menores de 18 años de Andalucía. Las transferencias sociales y pensiones contribuyen a reducir 10 puntos porcentuales el riesgo de pobreza grave en la infancia andaluza.

En cuanto a las desigualdades económicas, el índice S80/S20 experimenta un descenso en 2020 en Andalucía y adopta un valor de 5,3, lo que quiere decir que la quinta parte de la población andaluza con mayor nivel de renta ha obtenido 5 veces más ingresos que la quinta parte más pobre. El coeficiente de Gini (30,8) también refleja una disminución de las desigualdades económicas en la Comunidad Autónoma.