La primera infancia es una época en la que se produce un rápido crecimiento y desarrollo en el cerebro, por lo que es fundamental que los niños y niñas en esta etapa evolutiva reciban atención y buenos cuidados, para que puedan crecer y desarrollarse de manera óptima, sentando así las bases para una buena salud y bienestar a lo largo de la infancia y en la vida adulta.
Con esta introducción, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta sus Escalas Globales para el Desarrollo Temprano -GSED- (versión 1.0), una herramienta cuyo objetivo es facilitar la evaluación integral del desarrollo de los niños y las niñas durante los “críticos 3 primeros años de vida”.
En este sentido, tal y como señala la OMS, “de igual modo en que se mide la estatura y el peso de los niños y las niñas para comprobar que su crecimiento físico se encuentra dentro de la media”, esta nueva metodología permite evaluar las habilidades motoras, cognitivas, socioemocionales y de lenguaje en niños de 0 a 36 meses de edad, independientemente de la cultura y el contexto, brindando una imagen integral de su desarrollo.
Los datos derivados del uso de estas escalas permiten la toma de decisiones informadas, ofreciendo datos a los responsables de la formulación de políticas y a los gobiernos sobre las barreras para el progreso del desarrollo de los niños en sus países, ayudándoles a orientar los recursos de manera más eficaz hacia políticas e intervenciones que faciliten el apoyo a los y las menores que corren mayor riesgo de no alcanzar su potencial de desarrollo.