Child Rights Mainstreaming: Call to Action for Human Rights

Cuando se adoptó en 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) consagró, por primera vez en el derecho internacional, el reconocimiento de los niños como sujetos de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Una culminación en la evolución del concepto de infancia y un cambio de paradigma respecto de la percepción de los niños como propiedad de sus padres. Desde entonces, la Convención se convirtió en el tratado internacional de derechos humanos más ratificado de la historia y ha provocado cambios profundos y transformadores para los niños de todo el mundo, incluso con el apoyo de las Naciones Unidas (ONU). Ahora más niños que nunca tienen acceso a la salud, la educación, la protección y las oportunidades de participación.

Sin embargo, hoy en día los derechos del niño a menudo se malinterpretan, se ignoran o se cuestionan.

A pesar de los avances en todas las regiones, los niños –es decir, todos los seres humanos menores de 18 años– todavía son considerados en gran medida como objetos de buena voluntad de los adultos; meros destinatarios de servicios; o únicamente como un “grupo vulnerable”, en lugar de sujetos individuales de derechos y agentes empoderados en el ejercicio de sus derechos. Se está produciendo un retroceso normativo contra los derechos del niño a nivel mundial, incluso en foros intergubernamentales, que amenaza con socavar la integridad de las normas internacionales relativas a los niños, por ejemplo en relación con el género o los derechos civiles y políticos. En todo el sistema de las Naciones Unidas, los derechos de los niños –que constituyen el 30% de la humanidad– no se consideran sistemáticamente en las políticas, estrategias y enfoques de todo el sistema o de entidades específicas y, por lo general, se consideran responsabilidad exclusiva de unas pocas entidades.

Con esta nota orientativa, el Secretario General de las Naciones Unidas ordena la movilización del sistema de las Naciones Unidas para fortalecer y elevar colectivamente una agenda compartida de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño. Es necesaria una atención sistemática a los derechos del niño para que la ONU sea plenamente inclusiva y pueda cumplir su mandato en todos los pilares, incluida la defensa de “todos los derechos de todas las personas”, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la garantía de la paz y la seguridad. La multiplicidad de crisis que afectan desproporcionadamente a los niños en el mundo actual -conflictos armados, desastres naturales, cambio climático, pobreza creciente, reducción del espacio cívico, aumento de la migración, desigualdades persistentes y el impacto de Covid-19 en la protección social, la educación, la salud, la nutrición, salud mental y bienestar psicosocial, violencia y explotación – añade urgencia a esta necesidad.

A los efectos de esta nota de orientación, la incorporación de los derechos del niño se entiende como una estrategia para hacer de los derechos del niño, incluida su participación significativa, una dimensión integral del diseño, implementación, seguimiento y evaluación de las políticas y programas del sistema de las Naciones Unidas, y para evaluar las implicaciones para los niños de cualquier acción tomada por las Naciones Unidas. Abarca políticas, programas y acciones que son tanto externas como internas/operativas. El Llamado a la Acción por los Derechos Humanos del Secretario General, incluidas sus intervenciones estratégicas, herramientas (incluida la Nota Orientativa de las Naciones Unidas sobre la Protección y Promoción del Espacio Cívico) y estrategias de implementación proporcionan un marco general para la implementación, así como la participación de una diversidad de actores en la labor de las Naciones Unidas, incluidos los niños.

La incorporación de los derechos del niño implica el reconocimiento de que: (1) los niños son titulares de derechos de pleno derecho, con un conjunto distinto de derechos que requieren una acción distinta de la ONU; (2) los niños son expertos en sus propias vidas y su participación significativa es necesaria para la adecuación y eficiencia de la acción de las Naciones Unidas; (3) los niños enfrentan obstáculos específicos para ejercer y reclamar sus derechos debido a su condición de niños; (4) los derechos del niño son relevantes para todas las actividades de promoción, políticas y programas de las Naciones Unidas en los tres pilares (paz y seguridad, derechos humanos y desarrollo) de la Carta de las Naciones Unidas; y que (5) la promoción, las políticas y los programas externos e internos de la ONU pueden afectar a los niños de manera diferente a como afectan a los adultos. También implica una combinación de acciones integradas y específicas de la siguiente manera: (1) hacer de los derechos del niño una consideración explícita, sistemática y sostenida en procesos y procedimientos nuevos y establecidos, tanto en todo el sistema de las Naciones Unidas como dentro de las entidades; y (2) emplear intervenciones específicas para abordar las limitaciones y desafíos específicos que enfrentan los niños.