Los medios de comunicación tienen, sin duda, un importante papel en la denuncia de las situaciones de riesgo infantil. No obstante, en muchas ocasiones se presenta esta problemática desde una óptica sensacionalista. ¿Podría señalar algunas recomendaciones para abordar este tipo de informaciones?
En primer lugar considero que los menores en si, al igual que otros sectores de población, son sujetos informativos y como tales producen, generan, observan y consumen información. De ahí que las legislaciones se hayan preocupado en los últimos años por preservan la información que sobre los menores se vierte en los medios de comunicación, sobre todo en la TV.
El problema surge en que la información relativa a menores esta demasiado unida en ocasiones al sensacionalismo de otras noticias, que tienen que ver más con la violencia, los sucesos, o los procedimientos judiciales. Y es aquí donde entran las dudas, es el menor protagonista de los hechos, modifica o no la información el hecho de contar con testimonios de menores o de sus padres, despierta sentimientos en la audiencia el contar o no con los menores, todos estos ingredientes y muchos más hacen que en ocasiones la información se convierta en sensacionalista y los menores en protagonistas. Aunque es cierto que esto ocurre ya en muy pocas ocasiones, ya que las leyes de protección al menor imperan hoy en la mayoría de la redacción.
Como única recomendación creo que hay que preservar siempre el derecho del menor, y eso pasa por preservar su intimidad. Sólo un ejemplo de mala praxis, el caso Marta del Castillo. Un dato, Hoy circula por la red el centro en el que uno de los menores acusados se encuentra internado.
Algunas recomendaciones:
- Siempre hay que respetar el
principio de universalidad de los derechos de los niños y niñas.
- Priorizar siempre el interés superior del menor en la toma de decisiones.
- Garantizar la exactitud y contextualización de los contenidos de las informaciones
en las que los protagonistas sean menores.
-Proteger la imagen y la identidad de los niños y niñas, sean de donde sean, y
siempre y cuando la información en la que se vean implicados suponga una
vulneración de derechos, hay informaciones en la que es bueno que aparezcan los
menores.
- Garantizar el derecho a la participación de los niños y niñas en los medios
de comunicación.
Son frecuentes los casos que trascienden a los medios de comunicación de progenitores que se oponen a alguna actuación de las administraciones públicas competentes en materia de atención y protección de menores. ¿Qué opinión le merece el tratamiento que le suelen da los medios?
Creo que siempre hay que comprobar la noticia, acudir a todas la fuentes, conocer la información. El problema es que en ocasiones las administraciones se niegan a dar todas las informaciones, alegando el bienestar y la protección del menor, pero en muchas ocasiones esa protección y bienestar se ve alterado por las continuas declaraciones de los progenitores, que a fin de cuentas ponen en duda las decisiones de la administración. Creo que los medios no deberían entrar en esa "guerra" hasta no conocer con exactitud lo hechos, y esos sólo se conocen oyendo a todas las partes, es por ello quizás, que protegiendo siempre el derecho del menor, las administraciones también deberían dar información en el momento en el que se cometa una actuación. Los errores de la administración llenan hojas y minutos de TV, los logros muy pocos.
Existen algunas experiencias de periodismo (Neighbourhood Diaries, en el estado indio de Bengala, Samaa TV en Pakistán) en las que participan niños en riesgo de exclusión social. Informan en sus comunidades y crean contenidos para que los medios de comunicación tengan presente estas cuestiones y puedan encontrar soluciones. ¿Cómo valora este tipo de iniciativas?, ¿Cree que son necesarias en nuestro país?
Ese tipo de iniciativas son buenas en sociedades como la India, o como la que se llevo a acabo en Brasil hace unos años, aquí sin embargo creo que acabaría convirtiéndose en un reality. Países como India, Pakistán, Brasil o Sudáfrica, cuentan con una realidad completamente distinta. Hablamos que la mitad de los menores en India están en riesgo de exclusión social, hablamos de que el 20 por ciento sufre malnutrición aguda, y hablamos de que las niñas son obligadas a casarse a los 13 años. Creo que el concepto de exclusión es distinto y las experiencias también. Aquí solo funcionaria un programa de esas características si se introdujeran elementos más cercanos a la ficción, a lo que se une que no creo que tengamos unos niveles tan altos de exclusión. La prueba, que aquí se demandan programas para solucionar problemas y no tanto para escuchar situaciones de menores en riesgo. Funciona la Super Nani, o SOS adolescentes, y estos con todas mis dudas también, pero no tengo claro que funcionara un programa en el que los menores buscaran soluciones a sus situaciones de exclusión.
Ud. dirige un programa en la televisión andaluza, "ES POSIBLE", que aborda temas de alto interés social intentando presentar una visión objetiva y amplia de la realidad ¿Cree que son necesarios este tipo de programas para conseguir una mayor sensibilización social sobre estas cuestiones? ¿Qué otras iniciativas propondría en el campo de la comunicación?
Sin duda, la sociedad necesita cada vez más información cercana a su realidad, y esa información cercana es lo que denominamos periodismo social, que no es otra cosa que presentar la realidad que se vive. Temas como los menores, la mujer, la inmigración, la cooperación al desarrollo, la discapacidad o la pobreza son cuestiones de las que hablamos a diario, y desde ahí necesitan una respuesta informativa, a lo que se une también un compromiso con este tipo de informaciones, que parten del respeto a los diversos colectivos con los que trabajamos y que requiere por nuestra parte un código ético, no todo vale, no todo se puede contar hurgando en la herida, o pasando de puntillas ante la realidad que un determinado colectivo pueda estar viviendo. Son necesarios programas como "Es Posible", y sería estupendo que la realidad social tuviera espacios, el problema es que hoy sólo los encuentra en las TV públicas, y a veces demasiado escondidos en sus parrillas.