Entrevista a D. Joaquín de Paul Ochotorena
La sociedad actual tiende a la hiperprotección de la infancia, sin embargo, la sensación de riesgo percibida es mayor que en el pasado ¿A qué cree que se debe esto?
No sé si hay mayor riesgo percibido. Si por tal se entiende que los padres y madres son conscientes del riesgo que puede suponer, por ejemplo, el consumo de alcohol o de otras drogas, creo que es razonable en la medida que la adolescencia se extiende cada vez más (se inicia antes y acaba más tarde) por razones de retraso en la incorporación al mundo laboral y dado que uno de los mayores riesgos percibidos se produce en esta época. También es razonable percibir más riesgo por la utilización masiva de internet y las redes sociales por parte de los niños/as y esto produce sensación de incontrolabilidad en muchos padres.
No sé tampoco si hay mayor hiperprotección de la infancia. Creo que hay una mayor protección de aspectos relacionados con la seguridad, las enfermedades, la nutrición, etc. También hay mayor protección en relación con la evitación de las agresiones (físicas y sexuales) en la infancia. Yo no le llamaría a esto hiper....Pero creo que en la cobertura de necesidades de tipo afectivo y emocional puede haber una cierta negligencia.
Del mismo modo, la sociedad actual construye la imagen de la infancia desde posiciones muy extremas: o infancia a la que hay que defender a toda costa (ocultación del rostro en las fotografías, p. ejo.) o infancia de la que hay que defenderse (endurecimiento de la Ley del Menor) ¿A qué se debe esta contradicción?...
Siento no estar de acuerdo en que sean posiciones extremas los ejemplos citados. El ocultar los rostros en sí mismo no es malo. Lo malo es protegerles de las fotografías y, a la vez, no protegerles de programas de televisión de contenido muy negativo en horas de audiencia infantil o no protegerles de la tremenda influencia negativa que puede tener el uso excesivo de videojuegos, maquinas de juego, etc. que impiden la socialización, el ejercicio físico, etc.
No creo que sea una posición extrema la petición de endurecimiento de la Ley del Menor. Es bueno recordar que hace sólo 30 años (en los 80) los menores estaban en reformatorios. Se cambiaron las cosas con la intención de evitar la segregación y de procurar la reintegración de los menores. Los profesionales (no toda la sociedad) consideraban que era posible corregir el comportamiento de los menores infractores con programas de intervención, etc. Creo que la sociedad reacciona de una manera esperable (quizá no deseable, pero esperable) cuando ve que hay menores que pueden llevar a cabo de manera repetitiva infracciones o agresiones y que estas conductas quedan impunes (esa es la percepción que tiene cualquier ciudadano). El fracaso está es nuestra incapacidad de alcanzar la eficacia deseada para afrontar comportamientos agresivos, infractores o antisociales (como se quiera llamar). Eso produce la petición de endurecimiento. Lo mismo que ocurre con la inmigración. No hay racismo si no hay inmigrantes, hay racismo cuando se hacen mal las políticas de inmigración. Asignar la culpa a la sociedad es, a mi juicio, inadecuado.
¿Hay más situaciones de riesgo para la infancia en la sociedad actual que antes o simplemente han cambiado los factores de riesgo?
Me refiero a España. Sería diferente la respuesta si se aplica a otros países. No tiene por qué haber más situaciones de desprotección en la sociedad actual que en otros momentos. Hay menos castigo físico y menos maltrato físico. Hay menos posibilidades de que haya familias (y por tanto menores) en situación de pobreza extrema gracias a la cobertura de los sistemas de protección social.
Creo que los factores de riesgo siguen siendo muy parecidos: muchas personas que siguen teniendo problemas de alcoholismo, consumo de drogas (menos efecto de la heroína), muchas personas con problemas de tipo emocional (depresión, ansiedad, etc.), personas con historias de maltrato o abuso sexual, personas con déficits en sus habilidades para el manejo de las relaciones con los niños/as, etc.
Puede haber un mayor nivel de "estrés percibido". Una buena parte de la población "necesita" emplear mucho tiempo en obtener ingresos económicos (no todos siempre estrictamente necesarios), en la promoción personal y laboral, en las relaciones sociales, etc. Esto hace que la crianza de los niños pueda tener un efecto acumulativo sobre el estrés percibido por los padres. Cuando digo "estrés" me refiero a la percepción de que la situación a la que me enfrento es amenazante y la percepción de que no dispongo de recursos para afrontarla. Pero creo que una buena parte del problema tiene su origen en una cierta modificación de las prioridades (p.e, se antepone el disponer de recursos materiales sobre el empleo del tiempo personal en "disfrutar" de la crianza de los hijos/as) y en la necesidad de emplear un tiempo importante en la cobertura de necesidades que pueden no ser realmente primarias.
¿La pobreza y el riesgo para la infancia van de la mano? ¿Sigue habiendo clases a la hora de experimentar situaciones de riesgo?
Puede haber diferencias de clases sociales en cuanto al predominio de unas u otras situaciones de desprotección. Pero la mayoría de las personas "pobres" o con pocos recursos crían, y siempre han criado, de manera perfectamente adecuada a sus hijos/as. Si eso fuera cierto, la desprotección infantil hubiera sido masiva en la postguerra española y no existiría en países muy desarrollados como Noruega. Sin embargo, existe en Noruega y la mayoría de las personas que ahora tienen sesenta o setenta años no fueron maltratadas, aunque pasaron limitaciones, hambre, etc. pero probablemente tuvieron una adecuada percepción de ser queridos.