Entrevista a Antonio Manfredi Díaz.
Antonio Manfredi Díaz es periodista y Editor en los Servicios Informativos de
RTVA y vocal del Consejo Andaluz de Asuntos de Menores.
Internet y los videojuegos han desarrollado un amplio mercado de productos
para la población menor de edad. ¿Es posible regular los contenidos y el acceso
de los niños y las niñas?
Es importante tener en cuenta en que situación se produce el acceso a estos
contenidos, normalmente en el entorno doméstico, bajo la plena responsabilidad
de los padres. A veces olvidamos que es en el entorno familiar donde se están
produciendo muchas fallas que, más tarde, acaban teniendo repercusión en la
escuela y, en general, en el ámbito social de los niños. Contestando a su
pregunta, sí es posible regular el acceso a estos contenidos, siempre que sean
los padres los que sean conscientes de la sobre exposición a estos contenidos,
tanto en calidad como en cantidad. Más en concreto, en lo que se refiere a
Internet, es importante concienciar a los padres de que ningún niño debe
navegar en solitario y a su libre albedrío. Ha de estar asesorado y el adulto
responsable debe inmediatamente dar la voz de alarma y consultar con un
especialista en cuanto detecte un problema. Es más, hay que animar a los padres
a denunciar ante la Policía cualquier intromisión en la libertad de sus hijos a
través de Internet. Si me permite la comparación, Internet es la calle en su
versión más dura y ningún padre deja a su hijo abandonado en plena calle.
El informe del Fiscal General del Estado sobre la protección del derecho al
honor, intimidad y propia imagen de los menores abrió un debate sobre el uso de
la imagen del menor en los medios de comunicación. ¿Cómo se encuentra en la
actualidad esta cuestión?
Paradójicamente, la actitud del presidente del Gobierno, Rodríguez
Zapatero, y su esposa ha hecho más por este asunto que muchas denuncias de
otros afectados. Me refiero a cuando una revista del corazón publicó fotos
robadas a las dos hijas del presidente mientras estaban de vacaciones. La dura
advertencia de Moncloa dejó muy claro que estas actitudes eran censurables y en
muchas redacciones se tentaron la ropa. En este sentido, insisto en lo dicho en
la pregunta anterior: los padres deben ser conscientes de que hay que exigir el
pleno respeto a la intimidad de sus hijos y denunciarlo en todas las esferas.
En Andalucía, se han dado casos de canales de televisión que han entrado en
escuelas para hacer “castings” a niños sin haber sido comunicado a los padres.
La ignorancia del director del centro no puede justificar una actitud tan
temible.
Valore, desde su experiencia, la aplicación del Código de Autorregulación
sobre Contenidos Televisivos e Infancia en España.
Mi experiencia es frustrante, incluso cuando hablamos de televisiones
públicas. Hay un visillo de respeto a este código, pero es vulnerado en cuanto
las circunstancias lo determinan, especialmente en épocas en que los niños
están de vacaciones. El ejemplo más habitual es aquel en el que se hacen
promociones de programas que van fuera del horario restringido, donde se
incluye toda la carga de violencia explícita teóricamente prohibida en ese
horario. Pero, en todo caso, no me parece ésta la situación más grave. Peor me
parecen los esfuerzos de las cadenas por emitir programaciones dirigidas a los
niños en horarios no protegidos, consiguiendo así el acuerdo familiar y
obligando a los niños a acostarse muy tarde, aunque, eso sí, con el
consentimiento de los padres. En época escolar es muy difícil justificar que un
niño esté levantado después de las diez y media de la noche, que es
precisamente cuando comienzan muchos programas de entretenimiento que, entre
otras cosas, tienen a niños entre sus protagonistas.
Aún hoy es posible encontrarse en algún periódico o canal de televisión la
imagen de un menor inmigrante con la cara descubierta. ¿Es menos rigurosa la
protección del derecho al honor, intimidad y propia imagen de los menores de
origen extranjero en los medios de comunicación?
No puede contestarse categóricamente a esta pregunta. Depende de qué
canales y de qué ocasiones, pero, en todo caso, sí puede afirmarse que la
indefensión de estos niños incluye también, muchas veces, la pérdida de su
derecho a la intimidad. Son protagonistas de hechos que preocupan a la
población, que ocupan los primeros puestos en todos los Informativos y que
producen imágenes muy impactantes que, naturalmente, son una tentación para los
editores de los Informativos que, muchas veces, no pueden evitar su uso. El
impacto sobre la población es brutal, como lo demuestra el ejemplo que ilustra
la fotografía que adjunto, portada del diario
El País del día 14 de junio de 2006, donde se muestra un niño herido
grave en Gaza por bombardeos israelíes.