Entrevista a Concepción Cuéllar Hurtado
Concepción Cuéllar Hurtado es presidenta de la asociación Aldaima, institución colaboradora de integración familiar
La integración de los niños y niñas en una familia acogedora debe llevar aparejada una cuidadosa planificación. ¿En qué consiste fundamentalmente este proceso?
Con este proceso se pretende que el menor se incorpore a la familia acogedora de una forma paulatina, natural y satisfactoria para ambas partes, de modo que culmine con la incorporación definitiva en este núcleo familiar.
Difiere según el tipo de acogimiento, pero en esencia podemos decir que desde Aldaima comenzamos a actuar como entidad mediadora desde que nos llega el encargo, a través del Servicio de Protección de Menores (SPM), de la búsqueda de familia para un niño o niña.
A partir de este momento proponemos una o varias familias que cumplan con el perfil solicitado, y una vez asignada la familia, por ese SPM, elaboramos y ejecutamos el plan de acoplamiento, el cual se ajustará a las necesidades particulares de cada menor. Una vez concluida con éxito esta fase, se formalizará el acogimiento y el menor se integrará con esta familia hasta su finalización o mayoría de edad.
Hay listas de esperas de familias que quieren adoptar. Sin embargo, no ocurre lo mismo para el acogimiento familiar. ¿Cómo localizáis a las familias dispuestas a acoger a un niño o niña y qué labor realizáis con ellas?
Según el estudio ‘Qué piensan los Granadinos sobre la figura del Acogimiento Familiar de Menores (Aldaima, 2003)’, el 36% de la población de Granada capital muestra una actitud positiva hacia el acogimiento familiar, pero desconocen la existencia de este programa. Por consiguiente, es razonable pensar que deberíamos llevar a cabo actuaciones de difusión masiva a fin de intentar acercar esta opción al mayor número de personas posibles, favoreciendo con ello el incremento de solicitudes. En este sentido, hemos intentado hasta la fecha, con las limitaciones lógicas del presupuesto disponible, planificar actuaciones como entrevistas en medios de comunicación, artículos en periódicos, anuncios, participación en programas de TV, cuñas de radio, etc. También la elaboración de campañas informativas como la que actualmente se está realizando desde la Junta de Andalucía pueden contribuir a este objetivo.
En cuanto a la labor que realizamos con las familias, te resumiría diciendo que pretendemos apoyarlas y acompañarlas durante todo el proceso a través de actuaciones como información, formación, apoyo continuado de profesionales (trabajadores sociales, abogado y psicólogos) y asesoramiento respecto a las cuestiones para las que se nos requiera. Pero no debemos olvidar que el merito del éxito del acogimiento lo tienen estas familias acogedoras y que ellas son el recurso.
¿Cuáles son los criterios que se aplican a una familia que desea acoger a un niño o niña?
Más que de diferencia en los criterios deberíamos hablar de diferencia en los perfiles y motivaciones de los solicitantes. Así por ejemplo, para un acogimiento simple es un buen perfil el de una familia que tenga ya los hijos mayores, disponga de tiempo y opte por esta forma de actividad solidaria durante un tiempo. Para un acogimiento de carácter permanente existen muchos perfiles adecuados, pues hay niños susceptibles de acogimiento de muy diferentes características: desde bebés hasta adolescentes o grupos de hermanos...
Pero en todos los casos la familia deberá tener presente que los menores seguirán tutelados por la Junta de Andalucía y que se les establecerá un ‘régimen de relaciones familiares’ con algunos miembros de su familia biológica. Por lo tanto, no sería la opción recomendable para una familia cuya principal motivación sea la de tener un primer hijo.
¿Qué perfiles de los niños y niñas tutelados por la Junta de Andalucía son los que más dificultades tienen para ser acogidos en el seno una familia?
En primer lugar tenemos que reconocer que cuanto mayor sea un niño menos posibilidades tendrá de encontrar una familia que esté dispuesta a acogerlo. Existe además una clara preferencia hacia las chicas respecto a los varones, y es más difícil encontrar solicitantes para grupos de hermanos. Finalmente, es poco frecuente encontrar solicitudes en las que se aceptan problemas de salud física o mental o algún grado de minusvalía, en cuyo caso podemos recurrir a la figura del acogimiento profesionalizado. En Granada tenemos actualmente a cinco familias profesionalizadas, todas ellas ejerciendo de padres y realizando a su vez una importante función social.