Una treintena de niños, niñas y adolescentes se dieron cita los pasados días 16 y 17 de diciembre en el albergue juvenil de Inturjoven en Málaga para participar en el 2º Encuentro Provincial de Consejos Locales de Infancia y Adolescencia de Málaga, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Málaga, desde la Sección de Menores y Familias del Área de Derechos Sociales, y el Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia de la Delegación Territorial en Málaga de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. Bajo el lema ‘¡Grita tus derechos!‘, los chicos y chicas participantes reivindicaron la importancia de luchar día a día por los derechos de la infancia y adolescencia, alertando de sus posibles amenazas. El grupo participante estuvo constituido por 32 menores de edad -representantes de sus respectivos CLIA municipales- con edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, procedentes de los municipios de  Algarrobo, Cártama, Campillos, Málaga, Marbella y Ronda.

El acto dio continuidad al espacio de reflexión y convivencia entre niños, niñas y adolescentes que inició en enero de 2023 el ayuntamiento de Alhaurín el Grande, en su intención por elevar a la agenda pública las necesidades sentidas por este sector de población. Como objetivos generales, este 2º Encuentro se ha planteado reflejar las situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrentan en su vida cotidiana los chicos y chicas; crear un espacio de convivencia entre niños, niñas y adolescentes pertenecientes a CLIAs; dotar a las personas menores de edad de las competencias, conocimientos y estrategias de actuación como consejeras y consejeros de sus municipios o fortalecer la participación de los chicos y chicas en la toma de decisiones locales con vistas a mejorar las políticas públicas y sensibilizar a su comunidad sobre la importancia de la participación infantil, entre otros objetivos.

La educación no formal como metodología

Los equipos de profesionales que acompañaron a los chicos y chicas participantes decidieron hacer uso de un contexto metodológico basado en la educación no formal, encuadrándolo -de manera específica- dentro de los principios de la pedagogía social. En este modelo la adaptación de contenidos a los distintos destinatarios es clave, dando especial relevancia a las metodologías participativas y dinámicas, así como el aprendizaje basado en el juego, favoreciendo en todo momento un ambiente de aprendizaje relajado. Como explican desde el equipo de organización: “Se optó por esta metodología por ser más cercana a los chicos/as, muy activa y participativa y ayuda a situar a los participantes en el centro de la acción y de la actividad, de manera que no son meros receptores de información, sino que mediante una serie de dinámicas, los temas objeto de abordaje, les son más cercanos, propician el situarse en el lugar del otro y entender cómo se siente una persona cuando es excluida o señalada por alguna condición”.

Así, se persiguió en todo momento que la programación de actividades fuese abierta y flexible, lo que posibilitó la realización de aquellos cambios que se consideraron oportunos en función de la evolución y características del grupo participante. Se prestó una especial atención a las cuestiones “emergentes” del grupo, que se afrontaron de manera específica y singularizada procurando no interferir con los objetivos marcados. Las actividades, talleres, juegos y dinámicas se hicieron de forma grupal, sin menoscabo de la adaptación a la individualidad de cada participante.

Primer día

El encuentro comenzó el sábado, 16 de diciembre, con el acto de inauguración a cargo de Francisco Cantos, concejal delegado del Área de Derechos Sociales, Diversidad, Igualdad y Accesibilidad; y de Ruth Susana Sarabia, delegada territorial en Málaga de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. A lo largo de la mañana, se trabajó con todos los menores participantes para lograr una primera toma de  contacto entre los distintos CLIA u homólogos. Aquí ya tuvo lugar un primer trabajo grupal, del  que se pudieron desglosar subgrupos (concretamente cuatro) con los que posteriormente se seguiría profundizando en los Derechos de la Infancia.

La primera parte se centró en dinámicas para establecer los grupos. En esta se llevaron a cabo las dinámicas participativas ‘El cofre’, enfocada a establecer objetivos grupales, y para la autoevaluación que se realizó al finalizar el taller; y ‘Reino animal’, con el objetivo hacer la división del grupo en 4 subgrupos, a modo de calentamiento para que los participantes empezaran con la lluvia de ideas, se divirtieran y experimentaran algunos vínculos en los pequeños grupos.

Tras ello comenzó el trabajo por grupos propiamente dicho con la dinámica ‘Formas ¿Cuál es la mía?’, consistente en concienciar de manera lúdica y divertida las diferentes personalidades que se pueden encontrar dentro del grupo y contexto; y la ‘Caminata cooperativa’, que tuvo como objetivo divertirse mientras aprendían el valor de encontrar soluciones para caminar juntos. Se realizaron grupos de 5 en los que tuvieron que atarse las piernas progresivamente haciendo un recorrido establecido.

Una vez finalizada esta actividad, la tercera parte se enfocó en el taller temático ‘Trato hecho’, donde se trabajó la mediación, el fomento de la comunicación y, en especial, los chicos y chicas aportaron herramientas para resolver conflictos pacíficamente, considerando la empatía y la educación emocional, ya que lo consideramos fundamental para eliminar conductas violentas entre iguales y perjudicar a los adolescentes.

Después de un breve descanso se pasó al taller ‘La isla de los derechos’, con objeto de profundizar en la defensa y reconocimiento de los derechos de la infancia.

Segundo día

El domingo, 17 de diciembre, se pasó a establecer la organización interna de los Consejos, donde se puso en común a los distintos grupos con el fin de alcanzar acuerdos, conclusiones y elaborar su manifiesto. De igual modo se establecieron las dinámicas de evaluación. Para fomentar un adecuado cierre grupal fue necesaria la realización de una dinámica de cierre o despedida, en la que los participantes pudiesen ofrecer un feedback positivo tanto a los compañeros de la jornada, como a los monitores que los acompañaron. “Con ello, se pretendió la exteriorización de sentimientos y emociones que hubiesen experimentado durante la jornada, así como la exteriorización de los conceptos aprendidos y, por último, qué sensaciones positivas se llevaban”, como explican desde el equipo organizador. 

Así, los participantes llevaron a cabo la dinámica ‘Elevator Speech’ donde cada grupo, de cada municipio, tuvo 1 minuto y medio aproximadamente para comentar todo lo consensuado en sus debates internos. De igual modo, se procedió a abrir El Cofre, guardado al inicio del Encuentro, para retomar y visibilizar cada una de las expectativas depositadas en él al inicio de la jornada. Finalmente, se comenzó la redacción del ‘Manifiesto en acción’.

El Manifiesto

Para la elaboración del Manifiesto cada grupo realizó una primera lluvia de ideas, donde expusieron sus intenciones, motivaciones o puntos de vista sobre el tema objeto de estudio de este encuentro. En base a esta lluvia de ideas cada grupo municipal creó un manifiesto específico. Para el equipo de organización “era importante que no confundiesen un manifiesto con una lista de normas; aunque a simple vista pudieran parecerse, porque aunque ambos se escriban mediante un listado, su contenido es muy diferente”.

El manifiesto se teatralizó como si de un juicio final se tratara. En este juicio se asignaron los diferentes roles: el juez, los defensores (participantes) y una persona en contra de los derechos de la infancia que se presentó al principio del juicio. Los defensores fueron todos los chicos y chicas participantes que defendían el manifiesto de los oponentes y tenían un punto de vista positivo con ganas de cambiar el mundo. La figura del oponente, con un punto de vista negativo sin aportar nada constructivo y que cuestione todo, ayudaba a la participación de todos los presentes. Una vez que todos los manifiestos se expusieron, se realizó uno Manifiesto Grupal Final, que se plasmó en un pergamino gigante. El juicio terminó cuando el juez dio por válido este último documento y a favor de todos los participantes.

Entre las principales ideas del Manifiesto, los chicos y chicas señalaron, entre otras cuestiones, la ausencia de espacios seguros y espacios para el ocio de los y las adolescentes; la necesidad de que las personas adultas “escuchen nuestras voces dejándonos libertad de expresión en nuestras opiniones”; la insuficiencia de recursos sanitarios, sobre todos en los municipios con pocos habitantes; la falta de recursos para la higiene urbana o la falta de talleres para tratar la salud metal de los adolescentes, teniendo en cuenta su vulnerabilidad en este periodo de crecimiento.

Los chicos y chicas también reclamaron instalaciones o zonas públicas, como centro juveniles para ocio y tiempo libre “con temáticas llamativas o necesarias para nosotras y nosotros”; jornadas y actividades deportivas para jugar y pasarlo bien; más instalaciones deportivas o reformas de las ya existentes y programas para concienciar a todos los públicos sobre los derechos de la infancia y adolescencia “para que sepamos que los niños y niñas tenemos derecho a la libertad de expresión y a que se escuchen nuestras demandas”.

Una positiva evaluación

Desde el equipo de organización destacan de manera especial “el hecho de que la motivación de nuestros menores no venía dada solo por las circunstancias y referentes externos, sino que, y esto es muy loable y característicos de este perfil de NNA, que ya contamos con una motivación intrínseca, producto del recorrido que han experimentado al pertenecer a su CLIA y a las actividades previas al encuentro trabajadas sobre el tema que en durante el mismo se iba a abordar”. También el hecho de que el niño/a fuese el protagonista de cada una de las orientaciones, y actividades, dándole así su sitio activo y real y la importancia que tienen.

“Podemos considerar logrados la mayoría de los objetivos perseguidos durante este II Encuentro Provincial de CLIA, resalando de entre ellos el hecho y la importancia de que nuestros niños, niñas y adolescentes puedan y deban seguir reflexionando sobre sus derechos, sobre su rol activo y participativo en su entorno más próximo y también más lejano, sobre la garantía de sentirse protegidos, incluidos, integrados…”, concluyen.

Documentos

Memoria del 2º Encuentro Provincial de Consejos Locales de Infancia y Adolescencia de Málaga. ¡Grita tus derechos!

Manifiesto ¡Grita tus derechos!