Este premio está destinado específicamente a las familias que participan activamente en el Programa de Acogimiento Familiar de niños, niñas y adolescentes, que desarrolla la Junta de Andalucía.
En esta ocasión ha sido otorgado a María Isabel Ocaña Cañabate, por su dedicación y solidaridad al adoptar desde muy joven a dos hermanas con discapacidades del 65% y del 33% y por acoger a un extranjero no acompañado, y lograr con su apoyo y cariño fomentar la autoestima y autonomía de ambas hermanas y la plena integración del menor, a nivel familiar, escolar y social. Asimismo, ha sido entregado este premio a Manuel Escobar Cárdenas y a Purificación Pérez Ortega, por tener en acogimiento a un nieto en la modalidad de familia extensa, y realizar una gran labor destinada a conseguir que el menor mantenga su vínculo con todos los miembros de su familia materna, así como por su constancia al acudir a diario a un centro de desintoxicación para ayudar a las personas que se están recuperando.
Entrevista a Mª Isabel Ocaña, madre de acogida
Mª Isabel Ocaña durante la entrega de los Premios Andaluna
¿Podría explicar brevemente cómo fue el proceso de adopción de Carmen y Rosa? ¿En qué momento decide dar ese paso y porqué?
Desde muy joven, me rondaba la idea y la intención de adoptar a una niña o niño, aunque tuviera o no descendencia biológica. Como es natural quería que fuera de pocos meses, con buen aspecto y sobre todo que no tuviera ningún problema ni enfermedad.
[pullquote]Lo más duro ha sido el proceso por el que tenemos que pasar para obtener la idoneidad[/pullquote]
Hace 20 años el hecho de que una mujer soltera tomara esta decisión, no era muy comprensible. A pesar de todo decidí seguir a delante. Después de mucho papeleo y entrevistas, conseguí una resolución considerándome apta para adoptar. Entonces tuve que esperar unos dos años. Como estaba soltera y no era muy usual mi modelo de familia (monomarental), era muy difícil que me concedieran la adopción de alguien con las características que antes he descrito, que es lo que cualquier madre quiere y por supuesto también las que decidimos adoptar.
Lo que no sabía es que en mi vida se iban a cruzar dos niñas con discapacidad intelectual, una con 6 años y otra de 12. Cuando las conocí, por supuesto, me asusté y pensé en no seguir adelante. Estuve unas semanas sin verlas. Valoré lo que yo podía ofrecerles y lo que ellas me aportarían a mí. Decidí seguir adelante con la adopción, y pese a lo duro que han sido estos años, (he tenido más problemas con la sociedad que con la discapacidad de mis hijas) no me arrepiento y lo volvería a hacer.
Y unos años más tarde decide acoger en su familia a Karim… ¿Qué le llevó a acoger a un menor inmigrante no acompañado?
Cuando mis hijas fueron un poco mayores (sobre todo la pequeña) me propusieron que igual que yo les había ayudado a ellas, por que no volvíamos a ayudar a otro niño o niña, que se encontrara en su misma situación. Maduré esa propuesta y decidí comenzar el tramite burocrático para obtener la idoneidad para el acogimiento. Pensé que este fuera en la modalidad de permanente. Después de un año aproximadamente de espera, un día me informan que hay un menor indocumentado de 10 años, y fue como llego a nuestras vidas Karim.
[pullquote]Yo le diría a quienes se plantean adoptar o acoger que todos los niños o niñas tienen derecho a crecer en una familia. [/pullquote]
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de adoptar y acoger? ¿Qué le diría a una persona que desee hacer lo mismo que Vd.?
Lo más duro ha sido el proceso por el que tenemos que pasar para obtener la idoneidad. Y lo que le diría a quienes se plantean adoptar o acoger, es que que todos los niños o niñas tienen derecho a crecer en una familia. Que sean valientes y no muy exigentes para aceptar a uno o varios niños o niñas. Que comiencen el proceso para obtener la idoneidad, que no es fácil. Pero como reflejo de la verdad he de decir que es muy gratificante, que hace ver la vida desde otro punto de vista. Yo he sido una persona que he ido creciendo y madurando con cada una de las experiencias vividas con mi familia. Sin lugar a dudas lo volvería a repetir.
Entrevista a Manuel Escobar y Purificación Pérez, familia de acogida
Manuel Escobar y Purificación Ortega durante la entrega de los Premios Andaluna
¿Qué ha significado para Vds. acoger a su nieto? ¿Qué ha sido lo más difícil? ¿Y cuales han sido las satisfacciones?
Acoger ha nuestro nieto ha sido la alegría más grande del mundo, hasta el punto de dar-nos la vida. ¿Dificultades? Ninguna. Nada. Absolutamente nada. La responsabilidad de cuando ha estado malito o cuando tuvo la intervención quirúrgica, pero lo hicimos con todo el amor del mundo. En cuanto a las satisfacciones… el día a día con él, antes nos considerábamos ‘viejos’, después nos cambio la vida como si fuésemos unas personas de 30 años. [pullquote]Acoger ha nuestro nieto ha sido la alegría más grande del mundo, hasta el punto de dar-nos la vida.[/pullquote]
Vds. dedican especial atención a que el pequeño mantenga su vínculo con los miembros de su familia materna, de origen portugués. ¿Tuvieron claro desde el principio este aspecto? ¿Cómo es la relación que mantienen con ellos?
Sí, teníamos clarísimo que sí, pretendemos que tenga una relación con toda su familia, llegando a desplazarnos todos a Portugal para que tuviese dicho contacto. La relación que mantenemos con ellos es estupenda, incluso pasamos todos los veranos 10 días en Portugal.
También acuden a diario a un centro de desintoxicación para ayudar a las personas que sufren alguna adicción. ¿Podrían contarnos cómo es la experiencia?
Coincidimos cuando estábamos en el centro dando terapias a un menor que sufría de adicciones con drogas y alcohol, y comenzamos a acompañarlo a terapias, actividades, y todo tipos de excursiones, llegando a ser unos tutores de él. Nuestra mayor satisfacción, al cabo de los años, es ver que nuestro esfuerzo y el suyo ha dado como resultado su reinserción en la sociedad, y que está fuera del mundo de las drogas.